viernes, 7 de marzo de 2008

Sin planes no hay Prevención de Desastres

Preocupante hasta la saturación. Pareciera que a ninguna autoridad de la región (también me refiero a las provinciales y distritales), no les interesa en lo absoluto la Defensa Civil, proteger y preparar a su población frente a las emergencias o catástrofes que se vienen suscitando y que otros amenazan con presentarse en cualquier momento. Solo veamos como miles de familias de diferentes zonas de nuestro vasto altiplano cada año son víctimas fáciles de las heladas, inundaciones, huaycos, derrumbes, deslizamientos, vientos fuertes, sequías, descargas eléctricas y hasta movimientos sísmicos, (sin citar los provocados por el hombre), que no tienen otra opción que ser damnificados o afectados y estar mendigando una endeble ayuda humanitaria, el cual el Estado está obligado a dárselos.
Pero nuestro mismo Estado peruano desde hace 35 años, por intermedio del Sistema Nacional de Defensa Civil (Ley 19338), ha dispuesto que en todos los gobiernos regionales, las municipalidades provinciales y distritales, las instituciones públicas y privadas se organicen a través de comités y oficinas de Defensa Civil, realizando acciones de prevención y del mismo modo preparar a la población para que reaccionen adecuada y oportunamente frente a una emergencia o desastres, de esta manera evitar desgracias como la ocurrida el 31 de mayo de 1970 en el departamento de Ancash, donde murieron más de 60 mil personas a causa de un terremoto y alud, que los sorprendió sin la debida preparación de respuesta.
Se conoce que desde el 2005, el gobierno regional de Puno, con ayuda de varios sectores pudo elaborar el Plan Regional de Prevención y Atención de Desastres (PRPAD) orientado hasta el 2010, por una aparente desidia del presidente anterior, Jiménez Sardón, el pleno del consejo no logró aprobar este plan, argumentando que no pudieron llegar a un consenso para ver la aplicación de este presupuesto.
Hace una semana logré conversar con el escurridizo y polémico presidente regional, Hernán Fuentes Guzmán quien a su solo estilo, al preguntarle por qué no aprobaban el plan, respondió con desparpajo, que tenía un tenue conocimiento del documento (que por su inercia viene siendo actualizado) y que de él no dependía su aprobación o rechazo, sino del pleno del consejo regional.
Pero don Hernán, no sabe que usted es la máxima autoridad de Defensa Civil en toda la región, y que el cargo no solo es para figuretiar ante la prensa y ponerse su chalequito azul cada vez que haya un simulacro o una emergencia y comience a botar escupitajos de incoherencia en el tema. Escúchese bien, un plan es para orientar una serie de actividades de prevención y preparación, porque de no aplicarlo en temas de Defensa Civil simplemente iremos sin un norte fijo y se continuará improvisando “acciones” como se está haciendo en la actualidad.
Para tomar como referencia de su letargo para algunas cosas y la agilidad para otras (decir verborreas), nuestros vecinos de Arequipa, Tacna y Moquegua, hace rato que cuentan con sus planes aprobados y con su presupuesto asignado que viene sirviendo para las actividades de capacitación en gestión de riesgos a los comités de Defensa Civil, algo que usted no esta haciendo, por darle mayor importancia a su Alba y de ver la manera de colarse en cuanta manifestación haya.
Le recuerdo (también al subgerente de Defensa Civil del gobierno regional, Hernán Laura Marca) que el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), en setiembre del año pasado presentó un compendio (información estadística, mapas, imágenes satelitales, entre otros) sobre el estudio geológico, geodinámico y ambiental, que nos sitúa a nivel nacional como la cuarta región con peligros latentes en 28 sectores críticos.
El mismo presidente del consejo directivo del Ingemmet, Víctor Lay Biancardi, exhortó, indicando: “...este libro debe servir como guía para que las autoridades realicen obras de prevención...”, pero hasta ahora nada, y es más, en el documento también figura la preocupante contaminación de la cuenca del río Ramis, tema que ha hecho paralizar a la región entera por varios días.
El mencionado estudio advierte que las provincias con alto grado de vulnerabilidad son: Melgar, Azángaro, Carabaya, Lampa, Sandia y Huancané que deben tener una pronta respuesta de sus autoridades, pero valgan verdades a sus alcaldes no les interesa estos temas, lo repito porque hace dos meses el Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), realizó dos talleres para actualizar el PRPAD, y la ausencia de los alcaldes fue al 95 por ciento.
Del mismo modo, en mayo y junio la oficina de Defensa Civil del gobierno regional, con el afán de hacer algo por actualizar el mencionado plan, realizó dos charlas descentralizadas (Azángaro y Lampa) que tenía como objetivo concentrar a las autoridades de las provincias del norte de la región, pero la sorpresa fue la misma, no hubo presencia de los alcaldes.
Otra capacitación fallida fue la que realizó el pasado mes la municipalidad de Puno, donde se notó un 90 por ciento de ausencia de las autoridades de los 15 distritos que engloba la provincia.
No cabe la menor duda que no estamos acostumbrados a trabajar en base a planes, no olvidemos que las faraónicas obras de “envergadura” que pueden levantar la gestión de un gobierno o enarbolar la popularidad de una autoridad, se puede venir a bajo en cuestión de minutos sino se hizo una verdadera gestión de riesgos, y claro una auténtica Defensa Civil.

Héctor Chambi Holguín

1 comentario:

. dijo...

Me parece interesante esa información, por eso la escribieron